martes, 24 de diciembre de 2013

Seguridad Jurídica

Los gremios de la electricidad , el dinero, la gasolina, la construcción y de la política miran a los de Rajoy con mucho recelo porque quieren modificarles las reglas de juego a mitad del partido y no se quieren sumar a los funcionarios, pensionistas, asalariados, pobres energéticos, carteros postales y demás colectivos que ante la imposibilidad de una devaluación de moneda por parte del gobierno del país han visto recortados sus rentas para aumentar la competitividad.
Estos que se movilizan con una gran fuerza pacifica porque les han corregido sus capacidades adquisitivas y remuneradas,  no a mitad del partido sino antes de que comenzase, véase R/D de 10 de mayo de 2010, cuando los curritos, pensionistas y consumidores apelaron a la seguridad jurídica  los distintos ejecutivos de diversos colores les dijeron "que no había otra forma para salir de la crisis". A diestro y a siniestro  aprueban reales decretos urgentes para derogar leyes, recortar ó quitar ayudas sociales y tensar las relaciones laborales con reformas que implicaban flexibilidad para el patrón y rigidez del lado del trabajador.
En estos cambios jurídicos, sociales y de humanidad los gobiernos de turno han hecho gala de una dura intervención contra los intereses de esos que han sido unos derrochadores, han vivido por enzima de sus posibilidades y han provocado este desastre, ahora bien hay que ayudar a esos pobres banqueros, esos indigentes miembros del colectivo eléctrico ó los sufridores gasolineros y aquellos altruistas constructores dueños de las autopistas y como no esos políticos que solo quieren lo mejor para sus subordinados. 

Y sería inconstitucional, canalla e incluso perjudicial para el país cambiar las reglas de juego a mitad de partido y estos sin techo no pueden sufrir en sus cuentas de resultados los desmanes de esos vividores funcionarios, consumidores, pensionistas,asalariados y demás colectivos que han provocado esta crisis.

Por ello nos debemos solidarizar con las eléctricas, las empresas del petróleo, los bancos, las constructoras y no podemos cambiarle esa seguridad jurídica que deben poseer porque sino podemos dar un mensaje equivocado a los señores mercados y sobre todo para no permitir el sufrimiento de esos consejos de administración y de sus asesores políticos que han velado por los intereses de esos derrochadores y que han vivido por enzima de sus posibilidades.